04 Jun 2015 La moda en Francia 1947-1957
El Museo de Bellas Artes de Bilbao presenta ‘Los años 50. La moda en Francia 1947-1957.
Hemos ido a visitar esta importante exposición de moda, un grupo de Asociadas.
Esta exposición, que se presentó entre julio y noviembre en el museo de la moda Palais Galliera de París, reúne más de cien modelos y complementos, en su mayoría piezas excepcionales que pertenecen a la colección de ese museo. Fueron creados por los modistos más célebres, Christian Dior o Cristóbal Balenciaga, entre otros, y por otros que han caído en el olvido, como Jean Dessès, Madeleine Vramant o Lola Prusac. A través del recorrido expositivo, se puede seguir la evolución de la figura femenina a lo largo del decenio 1947-1957, desde el nacimiento del llamado New Look hasta la muerte de Dior y la llegada de Yves Saint Laurent.
Durante la década de los años cincuenta, la alta costura y el prêt-à-porter constituyeron uno de los sectores más pujantes de la economía francesa y un auténtico caldo de cultivo en el que París volvió a ser la capital mundial de la moda.
Cristóbal Balenciaga (Getaria, Gipuzkoa, 1895–Jávea, Alicante, 1972) es uno de los creadores más importantes de la historia de la moda. Nació en la pequeña localidad gipuzkoana de Getaria, en donde su madre trabajaba como costurera, y allí, con tan sólo 13 años, Balenciaga copió un vestido de la marquesa de Casa Torres. Tras ese comienzo precoz, la marquesa se convirtió en su mecenas y le envió a París para que se formara en la alta costura.
En 1913 abrió su propio taller en San Sebastián, que por entonces era uno de los lugares de veraneo preferidos por la aristocracia. El éxito de sus creaciones, caracterizadas por la belleza geométrica de los cortes, el conocimiento de las telas y la exquisita armonía cromática, le permitió perfeccionar el oficio y le animó pronto a abrir tiendas también en Barcelona y Madrid. Esta experiencia inicial en la sastrería marcó para siempre su concepción de la costura, basada en la excelencia del corte de sus prendas y en el manejo magistral de las cualidades de los tejidos.
En 1937 decidió trasladarse a la escena internacional y abrió una casa de alta costura en el número 10 de la avenida Georges V de París. En esa ciudad se convirtió a lo largo de tres décadas en el referente imprescindible de la alta costura, innovando en cada colección y trabajando siempre de forma obsesiva en la búsqueda de un ideal femenino de perfección y elegancia. En París fraguó también su leyenda de hombre hermético, voluntariamente alejado de los eventos sociales. De este modo consiguió la atención, y la admiración, de la prensa internacional especializada en moda y la fidelidad de una clientela formada por mujeres de la alta sociedad europea y norteamericana. Su hegemonía duró hasta mayo de 1968, fecha en la que, con el advenimiento del prêt-à-porter, Balenciaga cerró todos sus salones.
La exposición Balenciaga. El diseño del límite reúne 35 piezas de alta costura –procedentes de la colección del Gobierno Vasco, la Fundación Cristóbal Balenciaga, y dos colecciones particulares del País Vasco y Madrid– en un excepcional montaje distribuido en siete ámbitos diferenciados que diseñan un particular itinerario por las creaciones de uno los mejores modistos de la edad de oro de la alta costura.